Venus, el segundo planeta del sistema solar. Fue nombrada así por la diosa romana del amor y la belleza. En la antigüedad, a menudo se pensaba que Venus era dos estrellas diferentes, la estrella vespertina y la estrella matutina, es decir, las que aparecieron por primera vez al atardecer y al amanecer. En latín, fueron conocidos respectivamente como Vesper y Lucifer. En tiempos cristianos, Lucifer, o "portador de la luz", era conocido por el nombre de Satanás después de su caída del cielo.
Características físicas
Venus y la Tierra son a menudo llamados gemelos porque son similares en tamaño, masa, densidad, composición y gravedad.
Venus es el planeta más caliente del sistema solar. Aunque Venus no es el planeta más cercano al sol, su densa atmósfera atrapa el calor en una versión parecida al efecto invernadero que calienta la Tierra. Como resultado, las temperaturas en Venus alcanzan los 465 grados Celsius, lo suficientemente caliente como para fundir el plomo. Las sondas que los científicos han aterrizado allí han sobrevivido sólo unas pocas horas antes de ser destruido.
Venus también tiene una atmósfera infernal, consistiendo principalmente en dióxido de carbono con nubes de ácido sulfúrico, los científicos sólo han detectado pequeñas cantidades de agua en la atmósfera. Su atmósfera es más pesada que la de cualquier otro planeta, lo que lleva a una presión superficial 90 veces mayor que la de la Tierra.
La superficie de Venus es extremadamente seca. Durante su evolución, los rayos ultravioletas del sol evaporaron el agua rápidamente, manteniendo al planeta en un estado fundido prolongado. No hay agua líquida en su superficie porque el calor abrasador creado por su atmósfera llena de ozono haría que desaparezca. Aproximadamente dos terceras partes de la superficie venusiana están cubiertas por llanuras planas y lisas que están ensombrecidas por miles de volcanes, algunos de los cuales todavía están activos hoy en día, que van de unos 0,8 a 240 kilómetros de ancho, con flujos de lava tallando largos canales sinuosos de más de 5.000 km de longitud, más que cualquier otro planeta.
Las regiones montañosas representan alrededor de un tercio de la superficie venusiana. Una cordillera, llamada Maxwell, mide unos 840 km de largo y alcanza hasta 11,3 km de altura, lo que la convierte en la sierra más alta de este planeta.
Con las condiciones en Venus que pueden ser descritas como infernales, el nombre antiguo de Venus (Lucifer) parece coincidir. Sin embargo, este nombre no tenía connotaciones diabólicas; Lucifer significa "portador de luz", y cuando se ve desde la Tierra, Venus es más brillante que cualquier otro planeta o incluso cualquier estrella en el cielo nocturno debido a sus nubes altamente reflectantes y su cercanía a nuestro planeta.
Venus toma 243 días terrestres para girar en su propio eje (El más lento de cualquiera de los planetas del sistema solar) y debido a este lento giro, su núcleo metálico no puede generar un campo magnético como el de la Tierra.
Características orbitales
Si se ve desde arriba, Venus gira en su eje de manera opuesta que la mayoría de los planetas. Eso significa que en Venus, el sol parecería levantarse en el oeste y ocultarse por el este. En la tierra es al contrario, el sol se levanta en el este y se oculta por el oeste.
El año venusiano (el tiempo que tarda en orbitar el sol) es de unos 225 días terrestres. Normalmente, eso implicaría que los días en Venus serían más largos que los años. Sin embargo, debido a la curiosa rotación retrógrada de Venus, el tiempo de un amanecer al siguiente es de tan solo 117 días terrestres.
Composición y estructura
Composición atmosférica (en volumen): 96,5 por ciento de dióxido de carbono, 3,5 por ciento de nitrógeno, con cantidades menores de: dióxido de azufre, argón, agua, monóxido de carbono, helio y neón.
Campo magnético: 0,000015 veces el del campo de la Tierra.
Estructura interna
El núcleo de hierro metálico de Venus tiene una anchura aproximada de 2.400 millas (6.000 km). El manto rocoso fundido de Venus tiene aproximadamente 3.000 km de espesor. La corteza de Venus es principalmente de basalto, y se estima que es de 10 a 20 km de espesor en promedio.
Órbita y rotación
Distancia media del sol: 67.237.910 millas (108.208.930 km). En comparación: 0.723 veces la de la Tierra
Perihelio (acercamiento más cercano al sol): 66.782.000 millas (107.476.000 km). En comparación: 0,73 veces la de la Tierra
Afelio (la distancia más lejana del sol): 67.693.000 millas (108.942.000 km). En comparación: 0,716 veces la de la Tierra
Clima
En la capa más alta de la atmósfera, las nubes pueden darle la vuelta al planeta en cuatro días Terrestres, ya que están impulsadas por vientos que viajan alrededor de 360 km/h. Esta alta velocidad produce una super-rotación de la atmósfera que es unas 60 veces más rápida que a la que el planeta Venus gira. Los vientos a nivel de la superficie del planeta son mucho más lentos (se calcula que sólo unos pocos kilómetros por hora)
La nave espacial Venus Express, lanzada por la Agencia Espacial Europea en 2005, encontró intrigante evidencia de un rayo eléctrico en el planeta. Esta clase de relámpago es único con respecto a los que se encuentran en otros planetas del sistema solar, ya que no está asociado con nubes de agua. En cambio, en Venus, el rayo se asocia con nubes de ácido sulfúrico. Los científicos están emocionados por estas descargas eléctricas, ya que dichas descargas pueden romper moléculas en fragmentos que pueden combinarse con otros fragmentos de maneras inesperadas.
Un gran ciclón en Venus, observado por primera vez en 2006, permanece en flujo constante con elementos que se rompen y se reforman constantemente. Las nubes también tienen señales de eventos meteorológicos conocidos como ondas de gravedad, causadas cuando los vientos soplan sobre ciertas características geológicas, causando subidas y bajadas en las capas de aire.
Las rayas inusuales en las nubes más altas de Venus se denominan "absorbentes azules" o "absorbentes ultravioleta" porque absorben fuertemente la luz en las longitudes de onda azules y ultravioleta. Estas nubes absorben una enorme cantidad de energía (casi la mitad de la energía solar total que el planeta absorbe). Parecen desempeñar un papel importante en mantener a Venus tan infernal como es. Su composición exacta permanece incierta.
Investigación y exploración
Estados Unidos, la Unión Soviética y la Agencia Espacial Europea han enviado muchas naves espaciales a Venus, más de 20 en total (hasta ahora). El Mariner 2 de la NASA se situó a 34.760 km de Venus en 1962, convirtiéndolo en el primer planeta que pudo ser observado por una nave espacial pasajera. La Venera 7 de la Unión Soviética fue la primera nave espacial en aterrizar en venus, a su vez fue la primera nave en aterrizar en otro planeta, y la Venera 9 devolvió las primeras fotografías de la superficie venusiana. El primer orbitador venusiano, fue el Magallanes de la NASA, generó mapas del 98 por ciento de la superficie del planeta usando radar.
La misión más reciente a Venus fue Akatsuki de Japón, lanzada en 2010. Tuvo complicaciones al intentar ingresar en la atmósfera del planeta venus, pero finalmente pudo lograrlo en diciembre del año 2015. Esta sonda espacial fue enviada para estudiar las nubes, el clima y la atmósfera del planeta durante al menos dos años y para investigar más acerca de cómo Venus se volvió tan caliente e inhóspito para la vida.
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