El lenguaje
La comunicación puede
realizarse de diversas maneras, sin embargo, el principal medio de que disponemos
lo seres humano es el lenguaje, que es la facultad de comunicarnos usando
signos orales o escritos. La facultad del lenguaje se concreta en el uso de una
o varias lenguas. Se llama lengua al idioma que comparte una comunidad de
hablantes, que es un código formado por un conjunto de signos lingüísticos y un
conjunto de reglas.
Comunicación verbal y no verbal
Entre los diferentes
tipos de comunicación que se pueden establecer, se distinguen dos grandes
grupos según el código utilizado para transmitir el mensaje: comunicación
verbal y no verbal.
• Comunicación verbal. El código que se utiliza es la
lengua, por lo que también suele llamarse "comunicación lingüística".
Según el canal a través del cual se transmite el mensaje, la comunicación
verbal puede ser de dos tipos:
1. Oral. El canal por el que se recibe el mensaje es
auditivo.
2. Escrita. El canal por el que se recibe el mensaje es
visual.
• Comunicación no verbal. Utiliza códigos diferentes al de
la lengua, entre los que destacan el código gestual y el código icónico.
1. Gestual. Está constituido por gestos, mímica y movimientos
corporales. Quizás los mimos sean la expresión más radical de la expresividad
que puede alcanzar este tipo de comunicación; sin embargo, en la vida cotidiana
las personas la utilizamos constantemente, Por ejemplo, si levantamos el pulgar
para felicitar a alguien.
2. Icónico. Está
constituido por imágenes. Las señales de tránsito son la muestra más
característica de este tipo de comunicación no verbal.
Funciones del lenguaje
Cuando se transmite cualquier información se hallan
presentes los seis elementos del circuito de la comunicación (emisor, receptor,
código, mensaje, canal y contexto). Sin embargo, según el tipo de comunicación
que se establezca o la naturaleza del mensaje que se transmita, alguno de esos
elementos toma mayor importancia que los otros. El predominio de uno de los
elementos del circuito de la comunicación sobre el resto determina una función
del lenguaje diferente. Esto no significa que el resto de los elementos
desaparezcan, sino que pasan a un segundo plano.
Función emotiva o
expresiva
La función emotiva o
expresiva se encuentra en mensajes donde el emisor, es decir la persona que
habla, es Ia pieza fundamental. La actitud o el estado de ánimo del emisor
destacan, por ejemplo, en mensajes con interjecciones, que manifiestan
sorpresa, miedo o admiración. Un simple jAhl puede tener distintos significados
según el tono con que se pronuncie y nuestra atención, como receptores, se detendrá
en la persona que habla.
Función conativa o apelativa
La función conativa, también
llamada "apelativa", se encuentra en los mensajes cuya intención
consiste en que el receptor realice o deje de realizar algo. Por ejemplo, un
cartel que dice No entre o una receta
que indica Mezcle bien los ingredientes. En los mensajes con función conativa
suelen presentarse formas verbales imperativas (escuche, resuelva, conduzca, diríjase,
avance, entre otras) y vocativos (usted, señor, entre otros).
Función metalingüística
La función metalingüística
se encuentra en los mensajes donde el interés se centra en el código. Por
ejemplo, si un extranjero le pregunta a un venezolano ¿Qué quieres decir con
'yo quiero una domino'?, le está pidiendo que aclare el significado de las
palabras que ha usado. El otro le informara que domino es lo que en Venezuela
se conoce como una arepa rellena de caraotas con queso. También está presente
en frases como ¿Qué significa célula? o Por átomo debe entenderse...
Función poética
La función poética se encuentra en los mensajes que llaman
la atención sobre el mensaje mismo, es decir, sobre su sentido y sobre la
manera como están construidos. Se considera que los textos literarios en
general son aquellos donde, por excelencia, la función poética predomina. Sin
embargo, algunas frases publicitarias también presentan esta función, pues
tienen juegos de palabras como en Te
llama la llama.
Función fática
La función fática se encuentra en los mensajes donde se
presta atención al canal. Así, el emisor se preocupa por establecer, prolongar
o interrumpir la comunicación e, incluso, se cerciora de que el canal funciona,
de que el receptor lo escucha o lo atiende. Expresiones como ¿Me oyes? o ¡Aló!
son clásicas manifestaciones de la función fática del lenguaje, que suele
aparecer cuando hay mucho ruido o cuando se da cualquier interferencia que
afecte precisamente al canal.
Función referencial
La función
referencial se encuentra en los mensajes que se ocupan principalmente del
contexto. Un ejemplo típico de esto se halla en las noticias periodísticas,
donde lo más sustancial es la información que se brinda acerca de determinada
circunstancia. Sin embargo, en la vida cotidiana, cuando damos cuenta de algo
también aparece esta función.
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